martes, 2 de diciembre de 2014

En busca del hogar perdido...



Mi intención no es ser un GPS, ni abrumarte con datos que podrías encontrar en Google...

Mi intención es contarte cómo pude hallar el camino hacia mi hogar perdido, para que tú también, tengas la opción de elegir y no te extravíes en mundos falsos, que distorsionan la existencia...

Aunque imagino que no es necesario, pero como es mejor prevenir que curar, te aclaro que cuando hablo de “mi hogar perdido”, no me refiero al hogar de mi infancia, porque mi niñez no fue sino, un péndulo triste que se movía al ritmo de los abusos de mi madre y la debilidad de mi padre...

Cuando hablo de mi hogar, me refiero a ese hogar añorado, tallado dentro de mi corazón, que perseguí y por el que luché a lo largo de muchos y agotadores años...

Cargo conmigo más tiempo que el que puedo contar, porque en la profundidad de mis días transité equivocadamente mapas ajenos, me dejé estupidizar por charlatanes que me alienaron con todo tipo de piedras de colores, me embaucaron lobos disfrazados de víctimas, que lentamente pusieron grilletes en mi cuello y me llevaron de las narices contra el precipicio, me desesperé, intenté ser vengativa y malvada, infinitas veces deseé suicidarme y activé variadas maneras de autodestruírme... pero nada resultó, y ahora finalmente, estoy aquí, de pie, en el hogar que he construído con esfuerzo, con piedad y con verdad.

Aunque muchas veces intenté “tirar la toalla”, nunca obtuve el permiso para renunciar.
Hubiera querido ser descalificada o arrojarme desde alguna terraza, pero mi voluntad más íntima estaba tatuada en mi sangre, desde algún lugar extraño surgía una pulsión indomable por la vida, entonces volvía una y otra vez de entre los muertos, para renacer... como el ave Fénix...

Comprobé que estaba marcada de una manera inmortal, y pensé que, si de todas maneras, estaba obligada a regresar a "mi amado hogar" aunque el emprendimiento me tardara mil benditos siglos de reencarnaciones, era más digno abandonar definitivamente mi auto-boycot y ponerme a caminar para intentar llegar a casa medianamente entera...
Dirigí mi energía a observar, a aprender, a practicar, decidí hacer que la holografía incrustada dentro de mi corazón, pudiera ser materializada en un mundo real.

Después de incontables fracasos, me dí cuenta que la manera inequívoca de alcanzar mi meta, era creando mis propios mapas.

Porque es bueno saber, que todo el mundo es un torpe ignorante a la hora de descifrar lo que llevas oculto en tu interior...

Los demás, no tienen tus respuestas. Punto.

Los demás, los más afortunados, tienen apenas un pasaporte que les permite viajar hacia su propio destino...
Pueden aconsejarte sobre algunos trámites inútiles, sobre atajos que llevan a la perdición, sobre algún personaje siniestro que es preferible esquivar, pero no te engañes, nadie conoce tu sendero y aquel que dice que lo conoce, es un llano y peligroso secuestrador de almas.

Así que, como yo, en lo más profundo de mí, de verdad quería liberar ese lugar cálido que latía en mi corazón, tuve que arrancar las cáscaras de hielo, de fuego y de vanidad que me lo ocultaban...

No sé si comprendas lo que te estoy diciendo, pero rezo para que, si te sientess perdido, puedas descubrir en mis palabras, códigos secretos para transitar tu propia travesía..

De cualquier modo, quiero darte un consejo: nunca te des por vencido.

No te lo digo para alentarte como si yo fuera una tapa de libro cliché de autosuperación y autoestima, no. Te lo digo como una advertencia amorosa, si no luchas por volver a tu verdadero hogar, al hogar que tu alma anhela, vivirás un infierno distinto cada hora de tu vida.

Entiende bien, no es una amenaza, es una realidad, aunque te saquen o te salgas de este laberinto terrenal, volverás una y otra vez hasta que lo logres, hasta que logres construir tu propia y única felicidad...

Puedes estar pensado que es una situación miserable, el estar “forzado” a actualizar tu propia dicha, pero hay millones de seres humanos, en peores condiciones que nosotros, que ruegan por un día más de vida... deberías pensar en ésto...

Te regalo una información, sí, y te la doy gratis, porque en este complejo proyecto, yace un secreto perturbador que muchas veces se descubre sólo al final de nuestros días...

El famoso Paraíso, aquel lugar maravilloso, pleno de luz y sabiduría del que hablan casi todas las religiones, no está en Cielo...

El Paraíso, tu Paraíso y el mío, se construye, se descubre aquí, en este mundo, con las herramientas y el diseño guardado cripticamente en el interior del corazón.

Tu Paraíso, (o tu infierno) viaja contigo a dónde vayas...

Si estas vivo, pues lo llevas entre los vivos, y cuando ya no lo estés, te lo llevarás con tu espíritu para siempre.

Hay una buena noticia, nadie puede robar o habitar tu Paraíso, porque ese lugar te pertenece a tí.

Pero... debes conquistarlo, debes conseguir la llave.

Si ya estás leyendo esta carta, y aún no has buscado tu hogar perdido, tal vez sea hora de empezar...

Te propongo que al menos, lo pienses...

Porque los grandes puentes hasta tus sueños, comienzan al unir tu mente y tu corazón en esta tarea fabulosa.

Si estás de acuerdo, entonces, te volveré a escribir.

Con cariño

Lev Emet



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